La hipertensión arterial es una de las consecuencias de la obesidad, que podría generar problemas cardiovasculares. Veamos qué se puede hacer al respecto
La hipertensión arterial (HTA) está estrechamente relacionada con el sobrepeso, así lo demuestran innumerables estudios efectuados. Su frecuencia es de dos a tres veces mayor entre quienes tienen un Índice de Masa Corporal (IMC) superior a 30 puntos. Y además, el más alto riesgo cardiovascular lo sufren aquellos cuyo exceso de grasa se localiza en la zona abdominal.
Investigaciones efectuadas han encontrado que la TA se eleva a medida que el peso aumenta. Siendo la correlación de 2 a 3 mm Hg por cada 10 kg. Por esta razón, su control, empleando medicamentos específicos y adoptando ajustes en el estilo de vida, es la forma de tratarla.
Los procedimientos bariátricos, reducen la HTA efectivamente. Y constituyen la opción óptima para eliminar la obesidad cuando el IMC supera los 30-35 Kg/m2.
La hipertensión arterial y el régimen alimentario
Una dieta hipocalórica combinada con ejercicios puede, en algunos casos, ser la respuesta al problema de la HTA. A pesar de las creencias populares; no siempre quitar la sal o tener un régimen alimenticio estricto produce un beneficio tangible. Lo aconsejable es realizar pruebas constantes para determinar el efecto del tipo de comidas que se consuman.
La dieta deberá ser rica en frutas, verduras, legumbres, cereales integrales y aceite de oliva. Se recomienda que las proteínas provengan de productos lácteos descremados, carne de aves y pescados. Las grasas saturadas, animales o vegetales; se han de restringir al mínimo. No se ha concluido definitivamente que excluir el café sea de ayuda.
La reducción en el consumo de alcohol sí causa un impacto positivo en pacientes con hipertensión arterial.
La actividad física rutinaria es muy útil – hipertensión arterial
Hacer ejercicio regularmente y con una intensidad variable; de acuerdo con la edad, es beneficioso. En este sentido, el médico indicará cuál deporte practicar y por cuánto tiempo. Lo usual es emplear unos 20 minutos en cada ocasión; mínimo 3 veces a la semana. Entre las prácticas aeróbicas más comunes están la natación, carrera, caminata, bicicleta y remo.
Eliminar el sobrepeso no solo contribuye a disminuir los valores de TA, además fortalece la acción hipotensora de la farmacología. Asimismo, reduce palpablemente otros factores que inciden sobre los trastornos cardiovasculares como: la diabetes y las dislipidemias. La meta debería ser alcanzar un IMC de 25 puntos.
Conviene mantener la circunferencia abdominal femenina a menos de 88 cm y la masculina por debajo de 102.
En conclusión, quien tiene problemas de sobrepeso severo probablemente también sufre de hipertensión arterial. ¿Has hecho grandes esfuerzos y no logras adelgazar?
En IMO estudiaremos tu condición y te informaremos si calificas para una cirugía bariátrica. En cuyo caso, determinaremos cuál sería la técnica idónea a aplicar.
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Dra. Mabel Castillo
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