El desorden alimentario puede ser complejo y traer consecuencias negativas. Comprendamos qué lo produce y cómo solventarlo
El desorden alimentario es bastante frecuente en la sociedad de hoy en día. La forma acelerada que llevan ciertas personas de su rutina, incide en la manera en la que consumen los alimentos.
No es difícil deducir que, quienes incurren en malos hábitos en este sentido, se ven expuestos potencialmente a daños físicos y emocionales. Y la obesidad se encuentra entre ellos.
Aquellos que padecen desórdenes de esta clase, usan a los alimentos o su control para compensar las emociones o sentimientos que les son insoportables. Ahora bien, para superarlo es preciso que sean tratados por especialistas.
Factores que causan el desorden alimentario
Existen factores externos e internos que pueden ser los detonantes del desarrollo de desórdenes alimenticios.
Hay especialistas que creen que esta condición es la forma que tienen algunos de lidiar con emociones perturbadoras. Entre estos problemas se encuentran los siguientes:
Psicológicos – Desorden alimentario
Concierne a los sentimientos y la forma de percibir las cosas. Influye: la baja autoestima y la percepción errada de la realidad. También, la ansiedad, depresión, enojo, tristeza o soledad.
Interpersonales
Son fácilmente identificables, tienen que ver con la forma de interactuar de las personas. En algunas oportunidades se evidencia dificultad en la comunicación con los familiares y amigos. Se agudiza cuando se ha sufrido algún tipo de abuso sexual o ha sido ridiculizado en público.
Sociales – Desorden alimentarios
Son aquellos que corresponden al entorno en el que los individuos se desenvuelven. Por ejemplo, los prejuicios de las personas por el sobrepeso, estereotipos de belleza, presiones y normas culturales.
Biológicos
Aún los investigadores del tema se encuentran desarrollando estudios más profundos del tema. Hay quienes aseguran que cuando los neurotransmisores (que son las responsables de controlar el hambre y la digestión) se desbalancean; contribuyen a la aparición de este tipo de desorden.
Consecuencias del desorden alimentario
Dentro de los desórdenes más comunes están: la anorexia, bulimia y compulsividad. Analicemos a continuación este último trastorno.
Los «comedores compulsivos» son personas muy propensas a la obesidad. En consecuencia, son muchas las comorbilidades asociadas a la ingesta excesiva de alimentos. Dentro de las más relevantes podemos mencionar: hipertensión arterial, esteatosis hepática y diabetes. Adicionalmente, es común los niveles elevados de colesterol y triglicéridos.
En el área psicológica y emocional afecta tanto a quien la padece como a su entorno. Entonces, es frecuente que el paciente obeso se sienta deprimido y angustiado. En algunos casos se presentan episodios de pánico, baja autoestima e introversión.
En conclusión, son muchas las alteraciones que podrían desarrollarse a partir de un desorden alimentario.
Es posible controlarlos de la mano de nuestros expertos y hacer que los pacientes lleven un ritmo de vida normal.
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Lic. Abel Saraiba
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