El balón intragástrico es un instrumento para bajar de peso. Permite que la persona aprenda a comer sanamente. Comprendamos cómo funciona
El balón intragástrico es una de las técnicas bariátricas aplicada en la actualidad. Le es útil a quienes no necesitan perder una masiva cantidad de kilos. Es decir, pacientes con obesidad tipo I o II, cuyo Índice de Masa Corporal no supera los 39.9 puntos.
En muchas ocasiones, la obesidad es producto del consumo de comida chatarra y ausencia de una rutina regular de ejercicios. Esto, a su vez, puede suscitarse por padecer de estrés nervioso. Dado que, algunos individuos recurren a la sobrealimentación para calmar su ansiedad.
Precisamente, en tales casos, es donde el uso del balón intragástrico resulta ventajoso. Consiste en la colocación en el estómago de una esfera de silicona rellena de suero fisiológico.
Su presencia causa una saciedad temprana que interrumpe el apetito con apenas unos pocos bocados, propiciando la pérdida de peso. Veamos ahora cuáles son sus fortalezas y debilidades.
Ventajas del balón intragástrico
La primera deriva del hecho de que por insertarse endoscópicamente no amerita hospitalización. La persona se siente llena apenas comienza la ingesta de alimentos. Esto elimina el hábito de comer por ansiedad y se logra controlar lo que se consume, sin que ello represente un sacrificio.
Los resultados dependerá del IMC del paciente; aunque, de manera general, favorece una disminución entre 14 y 30 kilogramos. Alrededor de un 85% de los individuos tratados queda satisfecho con los logros.
Lo mejor es que facilita el cambio de hábitos a un estilo más sano. Así, alcanzan una calidad de vida superior, tanto que es común que se sientan motivados a continuar adelgazando.
Si los procedimientos de implantación y remoción se hacen adecuadamente, no se produce dolor, ni incomodidad.
¿Requieres de un estímulo externo para transformar tu actitud frente a los alimentos? Quizás esto es lo que te conviene.
Desventajas del balón gástrico
El efecto terapéutico es elevado al inicio, pero luego el organismo se habitúa a la presencia del cuerpo extraño. Entonces, lo toma como un estímulo falso y no envía la señal de saciedad tan rápido. En consecuencia, algunas personas vuelven a engordar. Por eso, debe ser retirado en un período de 6 a 8 meses.
El éxito del balón intragástrico se mantendrá, solo si el individuo aprende a controlar sus hábitos alimentarios.
No se recomienda en casos de obesidad mórbida (IMC>40.0). Puesto que es casi imposible lograr la reducción requerida en tan corto tiempo. Además, las condiciones biológicas asociadas dificultan conservar los beneficios a largo plazo. Otro problema estriba en la dificultad de remover la pieza por las acumulaciones fibrosas, de no seguirse las indicaciones médicas.
En conclusión, tratarse con balón intragástrico tiene pros y contras. La técnica no es apropiada para todo el mundo. No obstante, siguiendo el plan correctamente, es muy gratificante.
Acércate al Instituto Metropolitano de Obesidad y después de hacerte una evaluación completa te diremos cuál procedimiento te conviene más. Para contactarnos solo tienes que utilizar alguno de estos números: WhatsApp citas: +58-4143110300 +58(212) 9859690 / +58(212) 9080364. Coméntanos tus inquietudes y te apoyaremos en lo que requieras.
Dra. Roraima Valero
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